restless water

A veces hay que explotar, hay que hacerlo y punto.

Porque tu cuerpo, tu mente y tu alma lo piden... simplemente por eso.
Porque no han encontrado otra vía de escape, una válvula que regule la presión...el dolor, la rabia, la alegría, las esperanzas, frustraciones y penas se han ido acumulando hasta tal punto que cuesta respirar.
Y lo piden, lo piden a gritos...que los dejes salir y escapar.
Tiene que haber un modo. Un modo de regular todo esto, de evitar este nudo emocional, pero como?. Llorar? y si no se puede llorar? y si no salen las lágrimas..no sale el dolor?...
Es como querer contener un mar, para poder controlarlo y evitar las mareas...pero sin darnos cuenta que las mareas son necesarias...el avance y el retroceso son los que hacen posible el movimiento, la renovación...
Y al contenerlo le damos más fuerza, más rabia al liberarse al fin.
Son medidas de protección inútiles, porqué hay cosas que simplemente escapan a nuestro control. Las emociones no las pensamos, no las podemos analizar; simplemente están, salen y te encuentran. Y como los ríos y los mares...no hay barrera que los paren..siguen el camino que por naturaleza tienen que seguir.
Entonces?
Aprender a nadar?
Aprender a aceptar las mareas, las olas y la sal?
Aprender a fluir con ellas y no a contracorriente?