el abismo se ve venir, conforme vas andando hacia el lo percibes...sientes que hay algo que te echa atrás pero eres incapaz de responder...
y es que los abismos seducen, tienen un misterioso poder de atracción que aunque sepas que no es conveniente te ves arrastrado irremediablemente hacia allí.
será por el vacío? por ser un punto de inflexión y vuelta a empezar? porqué a veces no llegamos a ver que hay a final y simplemente queremos dejarnos caer para aliviar el dolor?...
o será la ilusión del cambio. saber que siempre hay abismos, abismos que te dan la oportunidad de tocar fondo y a la vez de volver a empezar. y mientras caes te despojas de las cargas que arrastrabas, las lágrimas más pesadas y a medida que se acerca el suelo el miedo crece, pero a la vez te sientes más ligero...liberado
y luego chocas, irremediablemente, con la realidad, el suelo frío y duro que te destroza, te rompe en mil pedazos...luego hay dos opciones: reconstruir los pedacitos o quedarte roto para siempre...
y si los reconstruyes hay de nuevo dos opciones más...basarte en el modelo anterior y seguir con los mismos errores que arrastraste o crear un yo nuevo, evidentemente con los mismos pedazos que te formaron, pero creando una nueva figura...una figura que renace del abismo y lo convierte en el inicio de un nuevo camino...
punto de partida. punto de nueva vida.
