26/3/10

In Our Nature


Que rápido llegan las verdades.
Como un soplo de viento que abre las puertas de par en par...dejando al descubierto todo lo que hay detrás. Sin remedio. Sin protección.
Algunas duelen, otras te hacen más feliz y alguna otras te hacen reflexionar. Pero todas descubren, te quitan la máscara sin que lo puedas evitar.
Cada vez más cuesta encontrar verdades. Cada vez más jugamos a esconderlas. Cerramos puertas, con candados y cerrojos, con todos los medios posibles para evitar ser conocidos, para evitar ser descubiertos. Y pintamos esas puertas de colores vivos para desviar la atención de lo que hay detrás.
Un mundo que se centra mucho más en cuidar estas bonitas apariencias y olvidar lo que estas ocultan.
Un mundo dónde se da más valor a la hipocresía que a la verdad. Porqué las verdades muchas veces no gustan, pero porqué nos hemos olvidado de como usarlas. Se nos "olvida" que las verdades nos mantienen unidos a lo que somos y no a lo que pretendemos ser.
Y hemos construido un sistema dónde la verdad es rechazada de entrada. Empezamos con una mentira de base y todo lo demás se convierte en un carrusel para mantener esta torre de babel inventada, simplemente para no mostrar lo que realmente hay.
La verdades duelen dicen...las hemos negado tanto tiempo que al reafirmarse no nos queda más remedio que admitir que nos hemos equivocado...que ESA verdad ha estado siempre ahí...por mucho que pintáramos todo de otro color.
Verdades hay pocas, formas de expresarlas muchas. Formas de entenderlas...muchas más.
Quien te hable de verdades muchos...quien realmente te las haga ver, pocos. Cuando los encuentras, no los pierdas. Son tu nexo para cuando andas a la deriva...

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